Problemas internalizantes: Cuando hablamos de problemas internalizantes nos referimos a conductas problemáticas que podríamos decir que se dan «hacia adentro» ya que no generan consecuencias en el ambiente inmediato, por lo que son díficilmente apreciables por los demás.

Problemas externalizantes: Son conductas problemáticas que se caracterizan por manisfestarse «hacia afuera» y que provocan molestias en los demás porque perturban o alteran sus actividades.

Algunos ejemplos: pegar a un niño porque no me deja los juguetes, que no pueda parar de moverse y se sienta inquieto, insultos a los padres, faltas de respeto a los profesores, etc.

En muchas ocasiones, los problemas internalizantes pasan muy desapercibidos tanto en el contexto familiar como escolar e incluso puede parecer que el niño/a no necesite ayuda, aunque realmente lo esté pasando muy mal. En consulta, debemos poder explorar muy bien ambos tipos de problemas.