Arle

El sueño infantil los 3 primeros meses de vida

Sobrevivir a los primeros meses

Hoy queremos hablaros del sueño infantil los tres primeros meses de vida. Los primeros meses de un bebé son un periodo fascinante, sobretodo si eres mamá primeriza, ya que por mucho que hayas leído o te hayan contado tus amigos o familiares, hasta que no tienes a tu bebé en brazos, no puedes llegar a imaginar la revolución emocional de esas primeras semanas después de ver por primera vez a tu precioso bebé.

Durante el embarazo leemos mucho sobre la preparación al parto, queremos que todo vaya genial, pero lo cierto es que leemos muy poco sobre posparto, sobre los cuidados del bebé y sobre sueño infantil. Sin embargo, cuando llegamos a casa, una de las primeras cosas a las que te enfrentas es a sobrevivir a las noches en vela y al cansancio desmesurado que supone tener un bebé en casa los primeros días.

El sueño infantil supone una pieza clave en el complejo rompecabezas del desarrollo del bebé, por lo tanto, vamos a hablar de algunas de sus características principales los 3 primeros meses de vida.

Las características principales del sueño los 3 primeros meses de vida

En primer lugar, en el sueño infantil es fundamental comprender que los recién nacidos no siguen un patrón de sueño típico. En lugar de ciclos prolongados, experimentan breves intervalos de sueño, que duran alrededor de 50 a 60 minutos. Estos ciclos cortos dan forma a un patrón de sueño fragmentado, distribuido a lo largo del día y la noche.

Asimismo, durante estos primeros meses, los bebés prefieren el sueño de movimientos oculares rápidos (REM). Este tipo de sueño, caracterizado por una mayor actividad cerebral, se cree que es esencial para el desarrollo cerebral y la consolidación de la memoria en estos primeros estadios de la vida.

Por otro lado, es común que el sueño del bebé sea interrumpido. Factores como la alimentación, cambios de pañales y la adaptación a un nuevo entorno contribuyen a despertares frecuentes. Además, la respuesta sensible de los padres en estos momentos es crucial para establecer una sensación de seguridad y comodidad para el bebé.

Adentrándonos en la noche y el día, los recién nacidos pueden experimentar la «confusión día-noche». Esto significa que pueden estar más alerta durante la noche y más propensos al sueño durante el día. Es una fase temporal que, con el tiempo, se ajusta a un ritmo más alineado con el reloj circadiano.

Comprender el sueño infantil

En resumen, los primeros tres meses de vida son un momento muy delicado para los bebés y sus padres y el sueño supone un reto que, aunque puede parecer caótico al principio, comprender y aceptar sus patrones únicos es esencial.

Por lo tanto, la paciencia y la adaptabilidad se convierten en aliados valiosos mientras los padres acompañan a sus pequeños en esta danza de sueño, estableciendo las bases para hábitos de sueño más consolidados en los próximos meses.


Síguenos en Instagram para saber más sobre los temas que te interesan.

Gemma Sabaté

Psicóloga infanto-juvenil y neuropsicóloga

Núm col 26160

Co-directora de Arlè